MUCHO se ha hecho en los últimos trece años para domeñar el río Jaije y aprovechar sus potencialidades. Se ha ganado la batalla contra las inundaciones y sequías, se han aumentado la extensión de tierras regadas y las cosechas, se ha elevado gradualmente el nivel de vida del pueblo.

La provincia de Jopei ocupa el extremo Norte de la gran llanura del Norte de China. Sus feraces tierras de aluvión producen algunas de las mejores cosechas que se logran en el país, incluyendo las de algodón y trigo. Tres cuartas partes de la superficie, o sea la mayoría de las ricas tierras de siembra, están en las cuencas del Jaije y de sus afluentes. Es ésta una de las mayores redes fluviales del Norte de China; y antes de la liberación, era una de las más caprichosas.

El Jaije tiene cinco afluentes: el Chaopai (Gran Canal del Norte), el Yungting, Taching, Tsiya y Weije (Gran Canal del Sur), cada uno de los cuales es, a su vez, alimentado por varios pequeños afluentes. Estos cinco ríos nacen en distintos lugares, y convergen, como las varillas de un abanico, cerca de Tientsín, capital de Jopei y una de las principales ciudades industriales y comerciales de China. Ahí forman el canal principal del Jaije, que desemboca en el golfo de Pojai.

La gran importancia del Jaije para la agricultura de Jopei se debe a que el régimen de lluvias es muy irregular en esa región. En cada primavera se suelen sufrir sequías allí; pero, cuando caen los aguaceros de verano, se desbordan los ríos rápidamente. Antes de la liberación, estas crecidas locales desbordaban frecuentemente los ríos, en las riberas bajas y planas, causando perjuicios serios a los cultivos, ganados, casas y otras propiedades y provocando enormes pérdidas en vidas humanas. Durante las dinastías Ming (1368-1644) y Ching (1644-1911), ocurrían grandes o pequeñas inundaciones y sequías en un promedio de dos veces cada tres años.

En 1939, cuando un gran sector de Jopei estaba ocupado por el ejército japonés, las inundaciones derrubiaron las riberas y rompieron los diques de muchos afluentes. Más de setenta millones de mu de tierras labrantías sufrieron perjuicios. La ciudad de Tientsín estuvo inundada durante un mes. Se interrumpió el trabajo de las fábricas, y los botes surcaban las calles. Unos ocho millones de personas en la provincia sufrieron en distintos grados las consecuencias de estas inundaciones. Fue un año de padecimientos indecibles para las masas.

Cuando el pueblo construye

Después de la fundación de la República Popular China en 1949, ésta inició una serie de proyectos con el fin de domeñar el río Jaije y hacer que sirviera para las necesidades de la población. Esta no es una tarea que pueda lograrse en poco tiempo, pero trabajando constantemente de acuerdo con un plan sistemático, se ha hecho mucho. Para 1957 ya se habían reforzado los diques, dragado los ríos y llevado a cabo varios proyectos importantes para la conservación de las aguas. En 1954, se terminó de construir el gran Embalse de Kuanting, con capacidad de 2.270 millones de metros cúbicos. El proyecto de construcción del embalse clave en el Yunting, uno de los afluentes más indómitos del Jaije, había estado en el papel por decenios antes de la liberación. Mucho se había hablado, pero ni siquiera se habían terminado los necesarios estudios geológicos. En cuanto el pueblo se adueñó del Poder del Estado, se logró construir el embalse en menos de tres años.

El Embalse de Kuanting y el Embalse de Miyun aún mayor pueden contener con eficacia las aguas torrenciales en los cauces superiores de los ríos Yunting y Chaopai. Protegen así de las inundaciones las regiones de los cursos inferiores de estos dos ríos, y durante los meses de sequía riegan grandes sectores de tierras labrantías en la zona de Pekín-Tientsín. La obra de Yunting también suministra de agua y energía eléctrica a la ciudad de Pekín.

En el invierno de 1958 se establecieron comunas populares rurales en toda la provincia de Jopei, como consecuencia de lo cual alcanzó un auge inusitado la construcción de obras hidráulicas. El grueso de este esfuerzo se centró en domeñar el Jaije, dando prioridad a los trabajos para la prevención de inundaciones. El proyecto al cual se ajustaba y se ajusta la obra, comprende la construcción de gran número de embalses en las regiones montañosas para regular el caudal de las aguas de los ríos impetuosos, así como la construcción de una red de obras de irrigación y desagüe.

En este auge, la comuna popular demostró espléndidamente sus ventajas. Varios cientos de miles de miembros de las comunas se organizaron para el trabajo. Se asignaron carros y otros medios de transporte para llevarlos a los sitios de construcción, junto con las herramientas, materiales de construcción, grano, combustible y otros menesteres. Los trabajadores en la obra recibieron salarios del Estado, mientras sus familias eran bien atendidas por las comunas. Trabajaron con una energía sin par por la patria, por ellos mismos y la posteridad.

Antes de 1949 no había embalses dignos de ser mencionados en la cuenca del Jaije y había solamente dos pequeñas compuertas. Ya en 1957 se habían construido dos embalses. Ahora hay catorce grandes (cada uno con una capacidad de más de 100 millones de metros cúbicos de agua), 21 de capacidad media (de 10 a 100 millones de metros cúbicos) y miles de rebalsas pequeñas.

Las compuertas reguladoras en el estuario del Jaije constituyen una de las proezas más importantes de la ingeniería en esta clase de obras que se hayan llevado a cabo en los últimos cuatro años. Junto con un dique de 300 metros que corta el curso del río, las compuertas impiden que el agua se pierda en el mar cuando el nivel del río está bajo. Cuando el río está en creciente, las compuertas pueden descargar 1.200 metros cúbicos de agua por segundo.

Prevención de inundaciones y sequías

Estos embalses y otras obras adicionales han jugado un papel importante en la prevención de inundaciones y sequías en Jopei y han aumentado el rendimiento de las tierras. Más del 80 por ciento de la región montañosa a lo largo de la cuenca del río Jaije está ahora equipada para contener las aguas torrenciales. Las tierras cultivadas en las partes bajas se encuentran bien protegidas contra la inundación.

Tanto en 1954 como en 1956, las precipitaciones y la altura de aguas torrenciales en la cuenca del río Jaije excedieron de los niveles máximos alcanzados en 1939. Sin embargo, Tientsín no fue afectado en esos dos años y los perjuicios ocasionados por inundaciones en Jopei fueron mucho menores que en 1939. En los últimos años, las precipitaciones en tiempo de inundaciones fueron en algunos lugares las mayores de los últimos decenios, pero debido a las medidas que se han tomado y, ante todo, a las obras hidráulicas construidas, las pérdidas fueron reducidas al mínimo.

En 1959, 1961 y 1962, las lluvias alcanzaron un volumen tal, que hubo riesgo de grandes inundaciones, pero los embalses salvaron de este riesgo no menos de veinte millones de mu de tierras labrantías. Quedaron a salvo las ciudades, fábricas y minas, y el tránsito ferroviario no se interrumpió.

Los embalses también han servido para aumentar la superficie de tierras regadas. En 1957 se regaron con estas aguas 510.000 mu de tierra, y hoy día se riegan 2.000.000 de mu. Otra ventaja lograda es que muchas regiones montañosas que anteriormente sufrían a consecuencia de las sequías, tienen ahora asegurada para todo el año el agua potable y para el riego.

Las afueras de Tientsín sufrieron una larga sequía, desde la primavera hasta julio del año pasado. Como se previó esta sequía, se cerraron las compuertas reguladoras en el estuario del río Jaije, convirtiendo un tramo de 60 kilómetros de longitud de este río en un embalse. Las estaciones de bombas eléctricas se pusieron en marcha y regaron medio millón de mu de arrozales y hortalizas. Gracias a esto, los campesinos pudieron transplantar a tiempo los plantones de arroz, y les fue posible mantener la humedad que requerían sus hortalizas. Obtuvieron una cosecha relativamente buena.

Aumenta la producción

Ya libres de la amenaza de inundaciones y sequías, muchas regiones han logrado aumentos considerables en la producción agrícola. Por ejemplo, las 48 aldeas del distrito de Siensien, que se hallan en una zona anegada por siglos. En épocas anteriores, las aguas pluviales y las inundaciones anegaban sus tierras labrantías nueve años de cada diez; las cosechas eran escasas y los campesinos vivían en completa miseria. Después de la liberación, estas aldeas fueron protegidas de las inundaciones por medio de dos embalses construidos en el cauce superior del Jutuo, y esto hizo posible ir avenando las aguas excedentes. Desde entonces ha ido aumentando su producción de granos. En 1960 se excedió la cifra de 1957 en un 6,4 por ciento. En 1961 y 1962 hubo un aumento de 5,6 y 9,3 por ciento respectivamente, en comparacin con el año anterior. Esto no es todo. Los embalses en la cuenca del Jaije sirven también para generar electricidad, facilitar la navegación fluvial y para la piscicultura, lo cual también ha contribuido al aumento de la producción agrícola y de los ingresos de los campesinos.

El sistema del río Jaije cuenta con ricos recursos acuáticos. Tiene inmensas potencialidades que pueden ser aprovechadas por la población de Jopei. Los logros obtenidos hasta la fecha son considerables, pero representan meramente un buen comienzo del plan de largo plazo para el dominio completo del río. Anteriormente el éxito principal consistía en impedir calamidades naturales; ahora se hace hincapié en la creación de nuevas posibilidades, como la construcción de nuevas estaciones hidroeléctricas, para realizar la electrificación de las zonas rurales. En los años venideros, el plan se llevará a cabo con más eficacia todavía.