EL otro día cuando fui a una oficina de correos en Beijing, una mujer joven me pidió que le escribiera un telegrama. Una vez que lo escribí, se lo pasé sin sorprenderme mayormente y no volví a pensar...
Please login first!
EL otro día cuando fui a una oficina de correos en Beijing, una mujer joven me pidió que le escribiera un telegrama. Una vez que lo escribí, se lo pasé sin sorprenderme mayormente y no volví a pensar...